Cualquiera que tenga relación con clientes tiene sus quejas, este es un mundo difícil, y al igual que cuando éramos pequeños teníamos mucha afinidad con algunos compañeros de clase y con otros no tanta, en el mundo de los mayores y en de los negocios pasa exactamente lo mismo. El escollo de la afinidad es importante, sobre todo cuando, como en mi caso, no puedes controlar tu rictus facial y se ve a la legua si alguien es de tu agrado o no. Es cierto, me gustaría ser más falso pero por mucho que lo intento no puedo, he pensado en la acupuntura o incluso en la cirugía estética para que me dejen el semblante siempre sonriente…

Si obviamos la piedra inicial, para mi montaña, queda un obstáculo en el camino aún mayor y más frustrante si cabe, y es ofrecer y ser capaz de terminar un buen servicio. Las causas pueden ser varias, pero enfocándolo al tema web con las que me encuentro normalmente son las siguientes, una o varias combinaciones entre ellas:

– El cliente no siempre tiene la razón: al igual que nosotros algunas veces, en mi caso muy pocas (ínfimas diría yo), tampoco la tenemos. Cuando voy a una tienda a que me asesoren para comprarme algo, por ejemplo un televisor, si veo que el tipo de la tienda sabe más que yo, cosa normal por que yo no estoy vendiendo televisores todo el día, no debo sentirme ofendido, simplemente debo aprovechar esta coyuntura para que mi compra sea lo más acertada posible. En el tema web también, si vas a que te hagan una web, aplicación o lo que sea, déjate asesorar por un experto, no por tu primo, ni por tu amigo carnicero. Si esto no se produce, el resultado final puede ser desastrosoy se producen webs que no firmas y que jamas enseñas a otros clientes.

– En ocasiones el cliente no quiere que le asesores, simplemente quiere que le lleves la razón: Este es mucho más común de lo que puede parece al principio y se nota enseguida, por que te hacen la misma pregunta muchas veces, hasta que le contestas lo que quieren oir. Por ejemplo – ¿Crees que es una buena elección tener una tele de 70 pulgadas en mi cocina de 9 metros cuadrados?, le respondes que no, que lo mejor es una pequeñita que le deje algo de espacio para cocinar. Dos frase más tarde insiste – 70 pulgadas no es tanto, ¿verdad? – es aquí donde decides si quieres que el cliente se vaya y dices, – 70 pulgadas en una cocina de 9 metros es una barbaridad – o quieres que se la lleve y hacer la venta del mes – Si a usted lo que le gusta es ver la tele en grande, esta es una gran opción -, si no haces esto, cosa muy noble, irá a la tienda de al lado donde encontrará alguien que le dira lo que quiere oir.

– El cliente no sabe lo que quiere: con lo que difícilmente puede ofrecérselo, es necesario que venga con una premisas previas sobre las que tu puedas trabajar, ampliar servicios y dar ideas que pueden resultar muy útiles y que normalmente ni se imaginaba que se pudieran hacer.

– Atraso tecnológico: Tu cliente no cuenta con los conocimientos básicos necesarios para poder valorar y estudiar las opciones que le ofreces, al carecer de esos conocimientos las posibilidades de que te deje hacer bien tu trabajo son escasas, ya que, como sabe de sus limitaciones, suele preguntar a todo el mundo sobre si lo que tú has aconsejado es correcto, esto no es bueno, normalmente, simplemente confunde al cliente y consigue que el resultado final sea una mezcolanza de ideas varias, la mayoría completamente antiprofesionales. Ejemplo, poner un contador de visitas visible en la web.

Quiero todo flash: no soy contrario a Flash, pero si a su uso indiscriminado. Encima, en ocasiones debes dar explicaciones de por que no quieres usar flash en todo un site y así demostrar que no lo quieres hacer solo por desconocimiento. Aún así el cliente puede elegir esta opción, con lo que realizar un trabajo del que no estas satisfecho.

Accesibilidad: Por lo mismo que el punto anterior, nos gusta hacer las páginas accesibles, pero si se niegan no puedo hacer nada contra eso. La accesibilidad además de conseguir que tu site pueda ser «visto» por todo el mundo, incluso con alguna discapacidad. Consigue que seas ordenado y protocolario en tu programación, lo que redunda normalmente en beneficio de site.

Diseño Gráfico: Sobre gustos no hay nada escrito, doy fé. No hay nada más que decir, excepto que los degradados no son la piedra filosofal del diseño.

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